Los niños siempre son amados por muchas personas. Mirando a los niños jugando, siempre se despiertan dulces sonrisas en la cara del espectador, momentos de pura alegría.
Él, ojos como el sol, él pulpo alardea de ser tan adorable. ¿Qué le gusta a ese muchacho?
Él, ojos centelleantes, grande y redondo con curiosos ojos alegres. Justo como estos ojos, te enamoras inmediatamente. Es una maravilla.