Burj Al Babas, ubicado en el distrito de Mudurnu de la provincia turca de Bolu, fue concebido como un opulento desarrollo de viviendas con cientos de castillos en miniatura tipo Disney repartidos a lo largo de un pintoresco valle. Este ambicioso proyecto, una creación de los hermanos Yerdelen, que dirigían la empresa constructora Sarot Property Group, tenía como objetivo atraer a compradores adinerados, especialmente de Oriente Medio, que buscaban un lujoso retiro de vacaciones en Turquía.
Inicialmente, los castillos, que recuerdan a los de los cuentos de hadas de Disney, se vendían a precios que oscilaban entre 400.000 y 500.000 dólares cada uno. Aproximadamente la mitad de las más de 700 residencias se vendieron con éxito antes de que surgieran problemas. Una fuerte caída de los precios del petróleo, que afectó a los compradores potenciales, sumada a los problemas económicos en Turquía, provocó una serie de reveses que finalmente detuvieron el sueño del Burj Al Babas.
La construcción, que comenzó en 2014, tenía como objetivo crear un paisaje de cuento de hadas con características como calefacción por suelo radiante, jacuzzis en todos los niveles y la opción de una piscina cubierta en cada villa. Un centro comercial inspirado en el Capitolio de Estados Unidos también formaba parte del gran plan. Sin embargo, cuando las ventas se agotaron y la lira turca colapsó, Sarot Property Group enfrentó dificultades financieras, lo que le llevó a declararse en quiebra.
En 2019, Burj Al Babas estaba a menos de la mitad de su finalización y ninguna de las 530 villas construidas estaba habitada. A pesar de ser una atracción inquietante para los turistas interesados en pueblos fantasmas, los desarrolladores, que enfrentan un costo de 200 millones de dólares hasta la fecha, no están dispuestos a abandonar el proyecto por completo. El Gobierno turco ha expresado su apoyo, pero el futuro sigue siendo incierto.