En la era actual, los medios sociales se han convertido en el principal modo de comunicación para la mayoría de las personas. Compartir fotografías de los hijos con familiares y amigos es una práctica habitual, que normalmente genera diversión y afecto.
Natasha, una joven madre, no es una excepción. Como muchas otras madres primerizas, le complace publicar fotografías de su hijo Raedyn, de un año, en las redes sociales. Sin embargo, la experiencia de Natasha está lejos de ser típica, ya que se enfrenta a un acoso cibernético de gran magnitud únicamente por la apariencia de su hijo.
Natasha sube regularmente vídeos de ella y Raedyn en la plataforma de medios sociales ampliamente utilizada TikTok. Además, sus publicaciones no solo atraen me gusta y comentarios positivos, sino también súplicas para que deje de compartir fotos y videos de su hijo.
NUEVA YORK. A pesar de los comentarios hirientes, Natasha tiene un mensaje poderoso para sus críticos. “Es perfecto a pesar de su apariencia, aunque luce diferente”, afirma.
Raedyn nació con el síndrome de Pfeiffer, una afección que causa anomalías en las extremidades, la cara y la cabeza. A pesar de su diagnóstico, Natasha cree firmemente que su hijo es perfecto tal como es y con orgullo continúa compartiendo su viaje a través de videos.