Esta madre perra abandonada mostró fragilidad y una fuerza increíble, un testimonio de la resistencia que todas las madres llevan consigo.
¿Tendrá su historia un final feliz? ¿Podría este sufrimiento conducir a algo mejor para ella?
¡Felicitaciones, mamá! Los cachorros han llegado. La visión de una madre perra vulnerable y recién parida acostada junto a sus hijos me desgarró el corazón. La imagen era una petición desesperada de ayuda.
Esta pobre madre perra estaba completamente sin fuerzas.
¿Cómo podía estar fuerte cuando se había arruinado de tantas maneras?
Según su collar, sus dueños anteriores la habían descartado, probablemente porque estaba embarazada. Privada de sustento, agua o refugio adecuados, esta alma gentil deambulaba por las calles en busca de un lugar seguro para dar a luz.
Sin embargo, a veces, los juegos simplemente permanecen como juegos. El parto la tomó por sorpresa, obligándola a dar a luz allí mismo, en la calle, sobre un humilde trozo de cartón.
A pesar de su extremo cansancio, tan pronto como vio que la gente se acercaba, la madre reunió las últimas reservas de sus fuerzas y se puso de pie. Tenía que proteger a su preciosa descendencia.
Al darse cuenta de que estas personas estaban allí para ayudarla, lloró de manera completamente defensiva, actuando agresivamente para proteger a sus bebés. Parecía como si no se diera cuenta de que había personas de buen corazón en el mundo y que no todos le causarían daño.
De vuelta en el refugio, los rescatistas se sintieron aliviados al descubrir que la madre tenía suficiente leche para criar a sus cachorros. Ahora había llegado el momento de honrar a la propia madre.
Estaba emocionada, más allá del cansancio, y anhelaba una comida adecuada.
Después de las críticas primeras 48 horas, los cachorros comenzaron a prosperar, a crecer, a abrir los ojos y a experimentar las alegrías de la infancia.
La madre, aunque todavía algo traumatizada y aprensiva con respecto a los humanos, estaba haciendo progresos. Tarde o temprano, aprendería de nuevo a confiar en la gente.
Después de todas las pruebas en su vida de joven, la madre finalmente obtuvo la vida que siempre había merecido.
Es posible que no podamos salvar a todos los perros callejeros ni resolver todos los problemas, pero al menos podemos ahorrar unos pocos dólares para alimentar a los perros de nuestras calles. Si todos lo hicieran, el número de perros callejeros que come podría reducirse significativamente.