Cada tarde, solía alimentar a los perros vulnerables de la zona. Cuando nos disponíamos a regresar a casa, nos encontramos con este perro al que llamé Franka. Este pequeño ser se estaba muriendo por el veneno.
Lo primero que tuvimos que hacer fue atarle la boca a Franka porque mordía de dolor, de lo contrario, sería muy peligroso para nosotros. Durante mis rescates de perros, me encontré muchas veces con casos como el de Franka. Afortunadamente, siempre llevo la medicina necesaria para desintoxicar a los perros.
La vida de Franka estaría en peligro si lo dejáramos más de 5 minutos. Después de casi 30 minutos de lucha y corriendo contra el tiempo, creo que lo ayudamos a superar su crisis. Veamos si puede sobrevivir.
Puedes ver en esos ojos una fuerte devoción. No creo que entendiera lo que le sucedió y dónde estaba, pero claramente estaba siendo cuidado.
Franka aún estaba débil, no podía ponerse de pie, el chico aún no podía comer ni beber, excepto leche. Recibió fluidos intravenosos. El peligro casi había desaparecido, pero aún le esperaba un proceso de curación.
Tenía que volver a aprender a comer, beber, caminar y confiar en las personas. Estaba progresando muy bien. Podía comer y beber por sí mismo sin ayuda. Comenzó a notar a otros amigos en mi casa.
Como muchos otros, solo lucho por la justicia.