El rostro enrojecido de esta perrita parecía casi quemado a distancia debido a una costra, pero al acercarnos pudimos ver que su cara, garganta, pecho y axilas estaban enrojecidos como fuego debido a un caso extremadamente devastador de sarna.
Apenas podía abrir los ojos porque los parásitos se habían extendido a sus párpados y parecía llevar una máscara de puro dolor. No sobreviviría mucho más tiempo sin tratamiento. No tomamos riesgos de que se escapara y la atrapamos usando una red. Pero para cuando la levantamos suavemente hacia la mesa de tratamiento, su agotamiento la hizo completamente dócil. Apenas podía mantenerse de pie.
Inmediatamente la tratamos para el dolor, aplicamos una crema calmante sobre todos los tejidos doloridos y luego la dejamos descansar unas horas al sol para que se adaptara a su nuevo entorno. La tratamos con medicamentos para la sarna, incluyendo baños medicados semanales. ¡Era una chica extremadamente tímida al principio! Pero observa esta transformación, de ser retraída y asustada, a enamorarse y brillar de alegría. Completamente libre de dolor y totalmente curada, ¡conoce a la encantadora Daffodil ahora!