En una conmovedora narración de inquebrantable lealtad y coraje, Cecil Williams, un hombre con discapacidad visual, se encontró en una situación desgarradora cuando perdió el conocimiento y cayó a las vías del metro de Nueva York. Sin embargo, no estaba solo en este terrible momento: su devoto perro guía, Orlando, entró en acción sin dudarlo para rescatar a su dueño.
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Tras el incidente, Cecil Williams fue hospitalizado, pero Orlando permaneció fiel a su lado. Cecil iba camino de recibir un nuevo perro de trabajo en los próximos meses, con la intención de reemplazar a su labrador negro de 11 años. Sin embargo, a la luz del acto heroico de Orlando, Cecil ahora contempla la posibilidad de tener un perro de trabajo y otro jubilado, si las circunstancias lo permiten.
Alternativamente, la familia que crió a Orlando cuando era un cachorro ha expresado su voluntad de aceptarlo de regreso si Cecil decide lo contrario. Guiding Eyes for the Blind, la organización responsable de entrenar y proporcionar perros de trabajo, ofrece estos perros de forma gratuita, pero enfrenta limitaciones para cubrir los gastos de los perros retirados.
Después de una entrevista y una serie de fotografías publicadas por The Associated Press que mostraban vívidamente el vínculo inquebrantable entre Cecil y Orlando, el Centro Hospitalario St. Luke’s-Roosevelt recibió una avalancha de ofertas de apoyo financiero y asistencia por parte de simpatizantes. Guiding Eyes for the Blind intervino para supervisar estas investigaciones, dada su experiencia en temas relacionados con perros guía.
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Para Cecil Williams, el camino que le espera está cargado de decisiones difíciles, agravadas por sus circunstancias actuales y su estado emocional. Si decide cuidar de dos perros, la asistencia financiera para el cuidado del labrador retirado será esencial.
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La organización está estableciendo activamente un fondo para brindar apoyo, cuyos detalles pronto estarán disponibles en su sitio web. Cualquier fondo excedente, en caso de que Cecil no lo necesite, se redirigirá a ayudar a otros perros guía que lo necesiten.
Milagrosamente, tanto Cecil Williams, de 61 años, como Orlando escaparon de lesiones graves cuando un tren que pasaba chocó contra ellos durante el incidente. Los testigos contaron cómo los frenéticos ladridos de Orlando y sus valientes esfuerzos para evitar que Cecil se cayera de la plataforma fueron nada menos que heroicos. Cuando el tren se acercaba, Orlando saltó a las vías e incluso le dio un beso a su dueño en un intento de animarlo a moverse.
Mientras Cecil Williams continúa recuperándose, expresó su gratitud y compartió que “se siente un poco mejor”. Sin embargo, permanece bajo supervisión médica y sufre algunos dolores y hematomas, mientras los exámenes médicos en curso intentan revelar la causa de su repentina pérdida del conocimiento.
Esta conmovedora narrativa arroja luz sobre el vínculo extraordinario entre un perro guía y su dueño, al mismo tiempo que celebra el gran apoyo de la comunidad cuando se enfrenta a la adversidad.
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